jueves, 22 de abril de 2010

No tiene que ser muy fácil...

...Me refiero a ser superhéroe. Igual que uno no elige el país, la circunstancia o la familia donde nace, un superhéroe tampoco escoge serlo, digo yo. Se nace así y ya está. O quizá te pasa como a Spiderman, Lobezno o tantos otros, que por accidente (que tampoco eligen) de repente se convierten en seres de otro mundo.


No tiene que ser muy fácil eso de estar todo el día pendiente de salvar a la gente, de hacer el bien y recuperar el equilibrio interplanetario cuando quizá lo que más le apetece a un superhéroe es comerse un bocadillo de chorizo viendo la tele.

Tampoco me imagino una vida completa bajo la capa de Superman. Siempre guapo, siempre a tiempo, siempre bueno... Día a día tiene que pagar su deuda con Cripton por haberle otorgado el poder de volar. Con lo genial que es surcar los cielos, con el viento rozándote la cara y las nubes debajo de tus pies. No entiendo cómo las cosas buenas siempre tienen un recargo, una cuenta pendiente... Pobre Superman, sin derecho a tener vida propia, ni a un día flojo o una gastritis...

Por ese motivo creo que me encanta ser una persona normal, porque puedo permitirme estar floja, reirme y echarme cuatro lagrimillas viendo una peli ñoña. Quizá no vuelo ni tengo una capa chula, pero estoy muy contenta de una vida que no transcurre encarrilando trenes o salvando aviones del colapso.

No tiene que ser muy fácil ser un superhéroe, pero a veces pienso lo genial que sería darle un bocadillo de chorizo a Superman a cambio de poder volar.



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