lunes, 21 de septiembre de 2009

Vuelvo del cine...

Vuelvo del cine y he recordado por qué escogí esta profesión. Probablemente nunca escriba el guión del siglo ni participe en ninguna película. Posiblemente lo mío sea darle cuerda a esta gallina y escribir sobre cosas sencillas... Pero siempre habrá una sala oscura que me deslumbre y me diga "oye! que el cine sigue siendo lo que era!".

Un día a los 19 años viví con Cinema Paradiso (Giuseppe Tornattore) una de las experiencias cinematográficas y emotivas más impresionantes de mi vida. Esa historia sobre un pequeño cine de pueblo en Sicilia me llegó de tal modo que al final no sabía si lloraba de emoción o de gusto irrefrenable hacia lo que estaba viendo.

A eso se le llama el "síndrome Stendhal", creo. Este señor, que era el escritor con más páginas descriptivas por libro (le gustaba mucho dar detalles al hombre), un día dijo vivir algo tan inmensamente maravilloso que le sobrevino una angustia casi insoportable ante tal belleza (a saber lo que vió!).

Hoy he ido al cine a ver "Despedidas" y he vuelto a mis 19 años. La película, japonesa y ganadora de un Oscar a mejor peli extranjera el año pasado trata de un violoncelista que tras disolverse su orquesta tiene que dedicarse a otra cosa... y en su caso a amortajar muertos.


No puedo contar mucho más, porque hay que verla para hacerse una idea, pero yo he vuelto del cine y he pensado "qué bien poder volver a sentirme como a los 19!".


2 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi tb me gustó mucho

marc

Anónimo dijo...

Rebosa ternura y sensibilidad, preciosa, y la banda sonora mu potita!

(gracias sora por recomendármela)
Beti