lunes, 12 de octubre de 2009

AGORA... el que mucho abarca poco aprieta

Llevo ya dos semanas en Madrid y me ha dado tiempo de hacer algunas cosillas. Entre ellas ver la última de Amenábar: "Agora".


Dicen de ella que con sus 50 millones de euros de presupuesto es la película más cara de la historia del cine español. También dicen que los decorados y ese faro de Alejandría de no sé cuántos metros, se conservan aún en Malta, donde se rodó la película, para deleite de sus habitantes (y del futuro turismo que pagará entrada).

La verdad es que tras todas esas cosas exageradas que le dan caché a la película y abren un abanico enorme para el marketing, se esconde una historia demasiado intimista para una superproducción.

El mismo Amenábar admite que es una película arriesgada y quizá demasiado "inadecuada" para los tiempos que corren.

Esto lo dice porque en la peli hay un conflicto abierto con la religión cristiana contra la razón y el saber filosófico. Pero yo como espectadora no he visto realmente transgresión alguna.... ¿o es que no sabíamos ya que en aquella época eran todos unos cacho animales, fueran de la creencia que fuesen? Los pueblos arreglaban sus diferencias a machetazos y ya está.

Hay opiniones encontradas respecto a esta peli, pero yo francamente creo que es pretenciosa y se queda en una superficie muy sosa. Los personajes tienen horchata en la sangre y el único halo de vida lo lleva Rachel Wiesz, la bella protagonista.

Quizá no formo parte de ese público que la considera una obra maestra, pero creo que Amenábar aquí se ha arriesgado en dos sentidos: uno, por contar una historia tan académica e intimista y dos: por hacerlo con 50 millones de euros y tanta fanfarria.

La peli no está mal, pero a mí me dejó bastante igual...

Donde esté Ben-Hur que se quite lo demás!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

tengo ganas de verla! a ver si puedo esta semana!

Besuquis,

marc